"Los discípulos se acercaron y lo despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!» Pero él les dijo: «¿Por qué tiemblan, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más completa calma". Mateo 8, 25-26.
Enviado desde mi iPhone