Cuando el papa Juan Pablo Segundo era apenas un joven, su director espiritual le dijo una frase que cambió su vida y cambió la historia de la Iglesia: "El mal se destruye a sí mismo, tú dedícate a hacer el bien".
Y karol wojtyla entró clandestinamente al seminario.
El bien tiene su fuerza, tiene su poder.
Solamente Cristo nos enseña cómo vivir, cómo ser felices.
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