El secreto de los grandes hombres, de los santos, de los que han orientado positiva y constructivamente la historia; la clave del éxito de estos grandes hombres, se reduce en último término a la habilidad que ellos han adquirido para manejar positiva y constructivamente sus propios sentimientos o estados emocionales. Luis Jorge González, sacerdote Carmelita Descalzo.
Enviado desde mi iPhone