"Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados. Perdonen y serán perdonados". Lucas 6, 36, 37.
El resentimiento y el rencor esclavizan; el perdón libera.
No hay peor carga que tener la conciencia cargada.
Dios nos habla de muchas maneras; pero hay cuatro lugares privilegiados: a través de la Biblia, de la Eucaristía, de la comunidad, de los acontecimientos.
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