Ninguna persona conoce el futuro, solamente Dios. Vida disciplinada, vida afortunada. Una persona puede ser rica, sólo si lleva a Dios en su corazón.
Ejercicio físico y alimento de calidad, alejan del hospital. Las manos, las piernas, los brazos, los ojos y todo nuestro cuerpo es para hacer el bien, para llevar felicidad y para amar.
Todo persona que recurre a La Virgen María no regresa con las manos vacías.
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