UNA PERSONA CON FE TIENE MÁS ENERGÍA.
La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible.
La fe es un don de Dios y una respuesta de la persona.
La fe tiene un impacto muy poderoso y muy profundo en nuestras reacciones corporales o concretamente en el proceso de sanación.
La fe termina donde inicia la preocupación.
La preocupación termina donde inicia la fe.
Si has perdido dinero, no has perdido nada; si has perdido la salud has perdido algo; si has perdido la fe, lo has perdido todo.
El que no tiene fe está perdido.
Mi organismo tiene recursos auto-curativos, pero necesito tener fe.
Enviado desde mi iPhone