PENSAMIENTOS DEL LIBRO EL VENDEDOR MÁS GRANDE DEL MUNDO, DE OG MANDINO:
Hoy nazco de nuevo, y mi lugar de nacimiento es una viña donde hay frutos para todos.
No me dejaré contagiar por los que lloran y se quejan.
Si unos quieren hacer con su barro, una cueva, yo, para mí, quiero hacer un castillo.
Debo aprender a ser paciente, la naturaleza nunca se precipita.
Mi esfuerzo diario será como el golpe tenaz sobre el duro roble.
Daré siempre un paso más, y si no es suficiente, daré otro.
Seré como las gotas de lluvia que acaban por demoler una montaña.
Trabajaré mientras el fracasado descansa.
Todos mis sueños, planes y metas, carecen de valor si no son seguidos de la acción.
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