Del mismo modo como el alimento natural permite crecer al cuerpo, la Sagrada Eucaristía aumenta la santidad y la unión con Dios. Porque la participación del cuerpo y sangre de Cristo no hace otra cosa sino transfigurarnos en aquello que recibimos.
(Tomado del libro HABLAR CON DIOS, de Francisco Fernández Carvajal, decimonoveno domingo ordinario, ciclo B. EL PAN VIVO).
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miércoles, 14 de agosto de 2019
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