sábado, 31 de diciembre de 2022

Todos mis planes, sueños y metas…

Que lleguemos a ser todo lo que Dios…

Por sus frutos los conoceréis…

Del Baúl de mi Abuelito…

El Señor te bendiga…

Bienaventurados los que procuran la paz…

Feliz año 2023…

Feliz 2023…

Feliz Año Nuevo…

viernes, 30 de diciembre de 2022

Traten a las personas como…

Fiesta de La Sagrada Familia de Jesús, María y José…

Todo cuanto pidan en la oración…

Feliz Año 2023…

Bienaventurados los que procuran la paz…

Doña Toñita…

Doña Toñita tiene 80 años. Es autosuficiente, está activa y lúcida.

Comenta que todos los días camina; se alimenta bien, no fuma, ni come "chatarra"; se duerme antes de las nueve de la noche y se levanta a las cinco de la mañana.

Un día escuchó a su nieta comentar lo mal que estaban las cosas en su trabajo, en su matrimonio, en su vida y en el mundo, etc.

Se acercó a ella y le dijo: "Mira, hijita,
Agradece por todo. No te quejes; dale gracias a Dios que estás viva.

Juega con tus hijos; ama a tu marido y ayúdalo; ponte a chiflar o a cantar.

Da gracias a Dios porque tienes salud. No te la pases quejándote.

Si en la noche no puedes dormir, párate y ponte a rezar, haz algo bueno: arregla un cajón, plancha tu blusa, ponte a leer.

No tomes lo que no es tuyo: ni la bolsa, ni el dinero, ni el marido de otra; lo ajeno respétalo. Cada quien tiene lo suyo.

Olvídate de las envidias; tú, a lo tuyo.
Aléjate de las malas influencias. No hables mal de nadie.

Nunca te preocupes por lo que no tienes, ni por lo que no puedes comprar.

Vive en paz contigo mismo, con Dios y con los demás. Piensa en la vida eterna y que lo único que te llevarás de este mundo serán tus buenas obras y el amor que sembraste.

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jueves, 29 de diciembre de 2022

Los dos Papas…

Con el juicio con que juzgan…

Feliz Navidad…

Haz lo que puedas; pide a Dios lo que no puedas…

Feliz Año Nuevo…

En verdad les digo…

Pelé…

Placebos…

Reflexión…

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Con el juicio con que juzgan serán juzgados…

La paciencia es amarga, pero su fruto es…

Dios nos ama…

Lucas 6, 31…

Muchas de nuestras enfermedades proceden de…

Traten a las personas como quieren que ellas..

Día de los Santos Inocentes…

Jesús, yo confío en ti…

Oremos por el Papa Emérito Benedicto XVI…

martes, 27 de diciembre de 2022

Reflexión…

Nada es imposible para Dios…

El Ángel Gabriel dijo a María…

El rencor…

Del Baúl de mi Abuelito…

Del baúl de mi abuelito:
EL que da con una mano, recogerá siempre con las dos.

Aléjate de la muchedumbre y de su afán de fama y oro.

Nunca vuelvas atrás la vista una vez que hayas cerrado tu puerta a la codicia y a la ambición.

Sécate las lágrimas del fracaso y el infortunio.

Pon a un lado tu carga, y descansa hasta que tu corazón haya recuperado la calma.

Consérvate en paz, pues es más tarde de lo que piensas.

Tu vida terrena es un parpadeo entre dos eternidades.

Desecha todo temor, nada puede dañarte, solamente tú mismo.

Concentra tu energía; estar en todas partes es tanto como no estar en ninguna.

Sé celoso de tu tiempo, porque es un gran tesoro.

Recapacita sobre tus metas.

Aprecia lo que tienes; no envidies a nadie; y piensa cuántos quisieran estar en tu lugar.

Lleva a cabo la tarea que tienes a tu alcance; todos los grandes éxitos resultan de trabajar y saber esperar.

Sé paciente; Dios tiene sus planes.

Mantente firme y no te dejes corromper.

Lo que siembres, bueno o malo, eso será lo que coseches.

Jamás culpes a los demás por tu situación; eres lo que eres por decisión tuya, eso es todo.

Aprende a vivir en una pobreza honrada; sí, así debe ser.

Ocúpate en cosas más importantes que en llevar oro a la tumba.

Nada de sentirte menos ante los problemas.

La ansiedad es dañina, y cuando agregas las cargas de mañana a las de hoy, su peso resulta intolerable.

Cuídate de las personas negativas y de los que viven quejándose.

Huye de las malas compañías, y aprende de los errores.

Da gracias por tus derrotas; no las sufrirías si no las necesitaras.

Sé cuidadoso; no cargues tu conciencia, y lleva tu vida por el buen camino, como si todo el mundo te estuviera viendo.

Evita la fanfarronería; sé humilde, y no hagas menos a nadie.

Trata con ternura las vidas que tocas, como si todas debieran acabarse a media noche.

Ama a todos; el odio es un lujo que no puedes permitirte.

Busca a los necesitados y ayuda.

Aprende que el que da con una mano, recogerá siempre con las dos.

Consérvate en buen estado de ánimo.

Recuerda que se necesita muy poco para llevar una vida feliz.

Mira hacia arriba; camina hacia adelante y tómate siempre de la mano de Dios.

Recorre en silencio tu camino; sé discreto y no pregones el bien que haces.

Aférrate a Dios con sencillez y marcha por el sendero que te llevará al Cielo.

Cuando partas, todos dirán que tu legado fue dejar un mundo mejor que el tú encontraste.
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