¡QUÉ MARAVILLA PODER DECIDIR!
Ante la realidad somos libres, no títeres; yo tengo la posibilidad de escoger cómo reacciono ante esa realidad.
Para ser más felices, hay que vivir la realidad de manera positiva, ello no significa negar la realidad.
¡Qué maravilla poder decidir!
Yo decido enojarme o contar hasta diez; yo elijo gritar o pensar; yo tomo la decisión de controlar el impulso o dejar que aflore sin rienda ni freno.
¿Dónde está escrito que un superior debe enojarse cuando es desobedecido?
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.