"De la abundancia del corazón habla la boca". Mateo 12, 34.
Los mejores discursos se dan con el ejemplo, con el testimonio de vida.
Lo que Juan dice de Pedro, habla más de Juan que de Pedro.
El que cree todo lo que oye, algunas veces, o muchas veces cree lo que no es.
Una pregunta interesante: si pudiéramos comernos todo lo que hemos dicho, ¿nuestra alma sería nutrida o envenenada?
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jueves, 26 de mayo de 2022
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