miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO 2015.

¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO 2015.

Jaime Adriaenséns González

LA FAMILIA ES LA PRIMERA ESCUELA DEL AMOR

La familia educa en principios, valores y virtudes.

En las manos de la familia está el contribuir efectivamente a que seamos desde ahora, una sociedad más amorosa, más justa y fraterna.

La familia es la primera escuela del amor.

El amor a Dios será lo primero que niño aprenda al ver que sus papás lo viven día a día.

Amor hacia las personas que traten; amor a la lectura y a la reflexión. Que los hijos vivan el orden y la alegría; el silencio y la meditación; el juego y el deporte; que cuiden su cuerpo,  pero más su alma.

El hogar debe ser un templo de Dios, donde papá y mamá se amen tanto, que los hijos adquieran seguridad y confianza; valor y autoestima.

Los niños deberán crecer en un ambiente de paz y tranquilidad; de amor y fraternidad, donde papá y mamá recen junto a sus hijos todos los días.

Si los padres frecuentan los sacramentos, los hijos harán lo mismo.

De todos los cambios que suceden en el mundo, ninguno tan radical como el que ocurre en la familia.

La familia es la base donde los hijos aprenderán a cultivar cuatro áreas: física, mental, espiritual y social-emocional.

Área física:

La educación lúdica es inherente al niño, al adolescente y al joven.

El niño pequeño deambula, creando e inventando juegos, conectándose a través de expresiones lúdicas.

El juego brinda posibilidades infinitas para generar afecto y estimular la creatividad.

El juego ayuda al niño a lograr seguridad, autocontrol, compromiso y a comunicarse con eficacia.

El juego enseña a comprendernos a nosotros mismos y a comprender el mundo exterior.

Ejercicio, deporte, respiraciones profundas, oxigenación, estiramientos, postura adecuada, caminar, trotar, correr, gimnasia, lagartijas, abdominales, sentadillas, tensión con ligas, descanso, dormir ocho o nueve horas, no desvelarse, sana alimentación…

Área mental:

Seguridad, confianza, reflexiones, lecturas de superación, vocabulario, información positiva, ejemplos de vida, estudio, música… Es muy conveniente que en la casa exista solamente un televisor, para que en familia vean los programas que se han seleccionado.

La televisión es buena; sin embargo, gran parte de su programación es basura. Los papás educarán a sus hijos para que aprendan a discernir, analizar y valorar la información que llega a sus mentes.

Área espiritual:

Rezar, meditar, silencios, soledad; frecuentar los Sacramentos,  Rosario y Misa; lectura de la Biblia y de los Evangelios, conocer vida de santos…

Área social- emocional:

Mantener buenas relaciones con todas las personas, cultivar buenas amistades, dominio de sí…

Los papás deben saber que la persona es más importante que el reglamento, que las exigencias se hacen con amor, que a cada hijo se le trata como un ser único e irrepetible, que los valores se contagian, que nadie da lo que no tiene.

Por todo ello, los padres de familia deben ser congruentes; es decir, vivir lo que dicen.

Las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra.

Antes de llegar a la vida matrimonial, los novios pasarán una etapa de maduración y aprendizaje en la que buscarán conocerse lo suficiente para descubrir que Dios los ha llamado a vivir con Él en el Sacramento del Matrimonio.

Por ello es imprescindible que antes de llegar al Sacramento, los novios tengan una adecuada preparación que los capacite para formar una familia acorde a la voluntad de Dios.

Con la convicción de que los futuros papás vivirán en un continuo estado de superación, ya que cada día es un nuevo reto para vivir con amor la misión que Dios les ha encomendado.

Los hijos deben crecer en autoconfianza y seguridad; que poco a poco se hagan autosuficientes e independientes.; que se valgan por sí mismos. Toda ayuda innecesaria hace daño.

Lo que el niño o el adolescente pueden hacer por sí mismos, que lo hagan.

Los padres de familia deben educar para que sus hijos aprendan a posponer el placer, a soportar las contrariedades y el dolor.

El niño necesita ser protegido, no  sobreprotegido. El hijo necesita progresivamente enfrentarse a este mundo e ir tomando sus propias decisiones.

Los hijos necesitan mucho amor y mucha disciplina; mucha ternura y mucha firmeza.

Muchas investigaciones han probado que la ternura de los padres hacia sus hijos, unida a la firmeza, resulta en personalidades equilibradas y seguras en los hijos.

Sin un equilibrio entre ambas, la educación corre el riesgo de fracasar.

En sociología, al estudiar la conducta desviada y delictiva se concluye que, más del noventa por ciento de los infractores provienen de hogares disfuncionales.

"Hay una sola  pedagogía…

La pedagogía del amor". Federico Mayor Zaragoza, quien fuera director general de la UNESCO.

Los padres de familia tienen el deber y la obligación de tocar los corazones de sus hijos.

Además, deben dar buen ejemplo de vida, y enseñarles a pensar, a que observen, reflexionen y analicen. Los padres deben mostrar a sus hijos el proceso que siguen para resolver positivamente los dilemas de la vida.

En el hogar hay que cultivar lo bueno y lo bello; el orden y la disciplina; el amor a la naturaleza creada por Dios.

El amor en la familia debe ser tal, que se proyecte en un gran amor hacia la sociedad.

Cuánto disminuirían los enfrentamientos, los conflictos y la violencia si los padres educaran más en la dimensión afectiva.

Hoy más que nunca, estamos bombardeados por los medios de comunicación: internet, televisión, radio, prensa escrita, la calle; en estos escenarios predomina el egocentrismo, el placer, la violencia, la confusión entre el ser y el deber ser.

Una familia cimentada en virtudes, en sanos principios y valores cristianos queda fortalecida en el amor.

La familia sigue siendo tan importante, como siempre, para la realización de la persona y para su felicidad.

¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO 2015.

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