jueves, 12 de mayo de 2016

NADIE PIENSA POR MÍ.

"¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?" Mateo 16, 26.

NADIE PIENSA POR MÍ

Yo decido gastar o ahorrar, reír o llorar, hablar o callar, engordar o enflacar. Yo decido ser feliz o infeliz, estar triste o alegre, quieto o activo. Nadie decide por mí. Yo decido creer o no creer; estar limpio o sucio, intranquilo o en paz. Si me desvelé o me acosté temprano, fue decisión mía. Yo decido trabajar o descansar, criticar o alabar, fracasar o triunfar, elevarme o hundirme. Nadie decide por mí, nadie piensa por mí.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

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