Libre albedrío: yo decido echarme a flojear o decido ejercitarme; Yo decido gastar o ahorrar, reír o llorar, hablar o callar, engordar o enflacar. Yo decido ser feliz o infeliz, estar triste o alegre, quieto o activo. Nadie decide por mí. Yo decido creer o no creer; estar limpio o sucio. Si me desvelé o me acosté temprano, fue decisión mía.
Enviado desde mi iPhone
martes, 12 de mayo de 2020
Entradas populares
-
"DE QUÉ LE SIRVE AL HOMBRE GANAR EL MUNDO ENTERO SI SE PIERDE A SÍ MISMO" El siguiente texto se encuentra en la recepción de ...
-
LAS PALABRAS MUEVEN, PERO EL EJEMPLO ARRASTRA. A las palabras deben seguirle los hechos, a las enseñanzas debe seguir el ejemplo d...
-
PERSISTIRÉ HASTA ALCANZAR EL ÉXITO (Pergamino tres de "El Vendedor más Grande del Mundo", de Og Mandino) Reconoceré que cad...
-
En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: "Si tú quieres, puedes curarme". Jesús s...