Al entrar el Señor en la ciudad santa, los niños hebreos profetizaban la resurrección de Cristo, proclamando con ramas de palmas. "HOSANNA EN EL CIELO".
Nosotros conocemos ahora que aquella entrada triunfal fue, para muchos, muy efímera.
Los ramos verdes se marchitaron pronto. El HOSANNA entusiasta se transformó cinco días más tarde en un grito enfurecido: ¡CRUCIFÍCALE!
¿Por qué tan brusca mudanza, por qué tanta inconsistencia?
Para entender algo quizá tengamos que consultar nuestro corazón.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.