Cuando ponemos de nuestra parte, aumenta la ayuda divina.
Con la oración y los sacramentos nos mantenemos unidos a Jesús.
La Sagrada Eucaristía aumenta la santidad y la unión con Dios,
La participación del Cuerpo y la Sangre de Cristo no hace otra cosa sino transfigurarnos en aquello que recibimos.
Son muchas nuestras debilidades, por eso ha de ser frecuente el encuentro con Jesús en la Comunión.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.