EL SILENCIO
(Sacerdote Ignacio Buisán).
El silencio es el clima necesario e ideal para pensar, para reflexionar y para dialogar.
En silencio se afrontan los temas más existenciales: "de dónde vengo y adónde voy", el sentido de la vida, el misterio del dolor, el del sufrimiento, el amor, el perdón, la muerte, el más allá… En definitiva el sentido trascendente de la vida.
Quien no tiene momentos de silencio se expone a no ser nunca él mismo, a no poder distinguir lo que es suyo de lo que otros le pueden estar imponiendo.
El silencio reflexivo nos ayuda a cribar lo que queremos que sea nuestro de lo que otros nos quieren imponer.
Tal vez, el problema de fondo sea que el silencio da miedo a mucha gente; se sienten mucho más seguros en el ruido y en el ajetreo.
Y es que, a veces, da miedo encontrarse consigo mismo y más, encontrarse con Dios.
Sólo el silencio nos permite seleccionar y diferenciar para decidir lo que queremos ser.
El silencio forma criterio y propicia el encuentro con uno mismo, con Dios y con los demás.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.
