"El que tenga sed, que venga a mí y beba.
De las entrañas de quien cree en mí, manarán, como dice la Escritura, ríos de agua viva".
San Juan VII. 37,38.
Fuera de Dios, jamás hallaremos felicidad.
La persona que con verdadera fe se acerca a Jesucristo, para saciar su sed, participa del manantial inagotable que hay en Él.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.