ABRAZOS
(Extracto de la reflexión dominical del padre Rogelio Narváez Martínez)
El doctor Harold Voth, psiquiatra de la Fundación Menninger en Kansas, ha declarado:
"Un abrazo puede disipar la depresión...,permitiendo que el sistema inmunológico del cuerpo se ajuste.
Los brazos infunden nueva vida a un cuerpo cansado y nos hacen sentir más jóvenes y vibrantes.
En el hogar, los abrazos cotidianos reforzarán las relaciones, reduciendo las fricciones de una manera significativa".
"Cuando se toca a una persona, la cantidad de hemoglobina en la sangre aumenta en forma significativa.
La hemoglobina es la parte de la sangre que transporta el abastecimiento vital del oxígeno a todos los órganos del cuerpo..., incluyendo el corazón y el cerebro.
Un incremento en la hemoglobina tonifica todo el cuerpo, ayuda a impedir la enfermedad y apresura la recuperación de un padecimiento". (Helen Colton).
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.