EN EL NUEVO DÍA
Descubre en todos los acontecimientos de las próximas horas la caricia de Dios y el milagro que es estar vivo.
Autor: P Idar Hidalgo | Fuente: Catholic.net
(EXTRACTO)
Dios nos ha permitido despertar cada día. Al despertar se nos abren nuevamente los sentidos y podemos contemplar todas las maravillas que Dios nos da para que podamos ser felices.
La vida se nos da como el maná.
Despertar cada día es tomar conciencia de ese presente, de ese instante en que somos amados por Dios, que nos ama con amor eterno, y descubrimos que todo es don de Dios, que todo es una caricia de su amor.
Despertar cada día es conectar nuestra alma a lo trascendente; conectarse con Dios, descubrir lo pasajero que es este mundo.
Despertar cada día es saber que estamos en el mundo pero que no somos de este mundo, que estamos de viaje, que somos peregrinos, que somos forasteros en patria extraña.
Despertar cada día es conocer desde la fe mi pequeñez y la grandeza del amor de Dios.
Descubre en todos los acontecimientos de las próximas horas la caricia de Dios y el milagro que es estar vivo.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.