"Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos". Juan 15, 13.
EL ENEMIGO
Yo tenía un enemigo; siempre seguía mis pasos; frustraba mis planes, destruía mis sueños, estorbaba mi ambición. En cada oportunidad para superarme, su respuesta era NO. Un día lo alcancé, logré ver su rostro: ¡Mi enemigo era yo!
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.