martes, 13 de diciembre de 2016

LA REPETICIÓN DE UN ACTO MALO SE CONVIERTE EN UN HÁBITO MALO; ES DECIR, EN VICIO.

Vine para que tengan vida y la tengan en abundancia. Juan 10, 10.

 

LA REPETICIÓN DE UN ACTO MALO SE CONVIERTE EN UN HÁBITO MALO; ES DECIR, EN VICIO

La repetición de un acto malo se convierte en un hábito malo; es decir, en vicio. La repetición de un acto bueno se convierte en un hábito bueno; es decir, en una virtud. La virtud requiere de esfuerzo y buena voluntad, de disciplina y constancia, de entrega y sacrificio, de entrenamiento, sudor y lágrimas, de horas de trabajo, dedicación y fortaleza. El vicio implica pereza, desgano, apatía, "Placer" sin responsabilidad, deterioro, daño, herida, destrucción, abandono y fracaso.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

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