Si pudiéramos platicar con Cristo, nos diría que uno de los grandes secretos de su salud corporal estriba precisamente en la abundancia de emociones positivas que Él ha sabido vivir; entre esas emociones destacan amor, esperanza y fe.
Cristo es un modelo de salud física, mental y espiritual.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.