domingo, 15 de marzo de 2020

“La Cuaresma en Cuarentena “

Y les comparto esta reflexión que circula, me gustó.

La cuaresma en cuarentena

¿Has sentido que los últimos años el mundo va demasiado rápido? ¿Alguna vez has sentido que los acontecimientos simplemente llueven uno tras otro y no tienes tiempo de detenerte a contemplar, a estar con los tuyos? ¿Alguna vez quisiste pedirle al mundo que se detuviera por un momento? Pues quizás esto es lo que necesitábamos.

No permitas que en estos momentos el temor te robe la oportunidad de detenerte a contemplar, a interiorizar. Este es el momento para la familia, para la reflexión, esa que eternamente postergamos para cuando tengamos más tiempo, y ese tiempo nunca llega, pero la vida corre y parece escapársenos como agua entre las manos.

Quizá la humanidad necesitaba detenerse un poco y sentirse vulnerable porque quizá estábamos muy llenos de soberbia. Hoy, después de intensos meses o incluso años de inminentes guerras y ataques comerciales, de bombardeo de noticias y de constantes decepciones de nuestros líderes, nos amenaza un enemigo común. Mirar como un pequeño bicho es capaz de poner a temblar a la humanidad entera, porque el bicho no distingue entre clases, igual ataca a un presidente, que a una primera dama, que a un inmigrante ilegal. Y recordaremos cómo estamos hechos todos del mismo barro.

Ahora es cuando el mundo necesita más que nunca a todos aquellos que a veces tomamos por sentado, a los trabajadores. Esta primera fase suena fácil, quedarnos en casa sin salir para evitar contagios. Pero, ¿te has puesto a pensar que no todos podemos hacerlo? Los trabajadores que producen nuestros alimentos, los médicos y enfermeras, los choferes del transporte público, la gente que atiende las farmacias, los supermercados, los bomberos. ¿Te pareció fuerte la experiencia de un día sin las mujeres? Bien, ahora imagina unas semanas sin todos ellos. La escena no es bonita, vivimos todos en un delicado equilibrio, y ahora todos, ricos y pobres, dependemos de que todos ellos y muchos más, corran el riesgo de seguir trabajando, por nosotros.

Cristo pasó su propia cuarentena, y lo hizo por ti, y por mi, y por los tuyos, y por los míos, y por todos. Ahora te espera ahí, en el silencio, en la mirada de tus hijos, en la de tus padres, en la de tus hermanos. ¿Habías notado cuánto han crecido unos y cuánto han envejecido otros? ¿Cuánto has envejecido tu? ¿Y que me dices de tu corazón, de tu alma? ¿Han envejecido también? Tu alma y tu corazón fueron creados para la eternidad desempólvalos, y verás que aun hay un niño ahí.

¿Has notado cómo algunos parecen más preocupados por evitar una crisis económica, que por cuidar las vidas de las personas? Humanidad, donde está tu corazón, ahí tienes tu tesoro. Los ancianos son también un invaluable tesoro. Piensa si tú mismo no te has vuelto frio, si no te da igual que mueran algunos, "los más débiles", como si fueran desechables. ¿Estas aterrorizado por la crisis económica? Siento decirte que te has empequeñecido. De esta saldremos, como hemos salido de muchas otras. La crisis llegará y nos recordará que no hemos venido para hacernos ricos, que hemos venido para hacernos mejores, para hacerlo mejor para los demás. Y este cuerpo y este espacio son prestados. Quizá nuestro cuerpo y nuestra casa y nuestras cosas sean hermosos, y nos hemos vuelto esclavos suyos... terrible tiranía. ¡Alza la mirada, eleva el espíritu! Tienes mucho para dar, y no navegas en barca de papel.

Yo estoy aquí, nada te turbe. Te espero en tu interior.

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