jueves, 1 de marzo de 2012

AMOR ES DARSE.

Con demasiada frecuencia subestimamos el poder de una caricia, una sonrisa, una palabra amable, un oído atento, un elogio sincero, y de las más sencillas muestras de interés. Todo ello es capaz de cambiar una vida.

¡Cuántas oportunidades se nos presentan para hacer sentir a otros nuestro amor!

Reflexión:

La persona que está frente a nosotros percibe nuestra actitud; si ésta es con indiferencia o con muestras de afecto.

¡Cuánto bien podemos hacer a los demás en nuestro trato diario!

Decían Santa Teresa y san Juan de la Cruz: "En el atardecer de nuestra vida seremos juzgados por el amor".

Jesús nos dice en el Evangelio, en San Juan XV, 12: "Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado". 

 

Máxima:

En el atardecer de nuestra vida seremos juzgados por el amor".

 

Mi compromiso:

Hoy seré amable con las personas; mi saludo será afectuoso.

Que Dios y María Santísima te bendigan.     Mary y Jaime.

Entradas populares