lunes, 29 de abril de 2013

LA PERSONA FELIZ.

LA PERSONA FELIZ

 

 

 

Tiene fe en Dios y en sí misma; traza metas y lucha por conquistarlas; trabaja con alegría, entusiasmo y pasión.

 

Mantiene limpia su conciencia; domina sus impulsos, alimenta su espíritu con la oración; no se deja aconsejar por el miedo.

 

Evita quejarse; conserva la paz; se alegra con el bien de los demás.

 

Rechaza lo negativo; no es envidiosa; goza con el triunfo de los otros.

 

Perdona y reza por todos.

 

Lleva a la práctica sus buenas ideas; es paciente, responsable y tenaz; piensa siempre lo mejor; respeta las opiniones ajenas; cultiva el buen humor.

 

Cuida su cuerpo, pero más su alma; no se mete en asuntos ajenos; habla lo necesario; practica la justicia y aprende de sus errores.

 

Ayuda a los demás; es servicial, generosa y compasiva; desea lo mejor a todos; evita las discusiones; se esfuerza en ser mejor cada día.

 

Es puntual, disciplinada y alegre; jamás se da por vencida; su saludo es afectuoso; predica con el ejemplo.

 

No lastima a persona alguna; reconoce sus errores.

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

 

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