viernes, 20 de noviembre de 2015

LIBRE ALBEDRÍO.

Jesús preguntó a los doce: "¿también ustedes quieren irse?". Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién iremos? Si sólo tú tienes palabras de vida eterna". Juan 6, 67,68.

LIBRE ALBEDRÍO

Dios ha puesto al hombre en manos de su propia decisión. Yo elijo ser feliz o infeliz; estar triste o alegre; trabajar o descansar. Yo decido moverme o estar quieto; ejercitarme o quedar inactivo; seguir acostado o levantarme. Nadie decide por mí; nadie piensa por mí. Es mi elección, mía, de nadie más. Fuera excusas; fuera pretextos. El problema no es el problema. El problema es cómo reacciono ante el problema.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

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