miércoles, 4 de octubre de 2017

NO SOY UNA MÁQUINA, PERO FUNCIONO CON LA MISMA PRECISIÓN.

LO QUE PASA CON LOS DIFUNTOS

Hermanos: No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que, a los que murieron en Jesús, Dios los llevará con Él, y así estaremos siempre con el Señor. Consuélense, pues, unos a otros, con estas palabras. (De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 4, 13-14. 17-18).

 

NO SOY UNA MÁQUINA, PERO FUNCIONO CON LA MISMA PRECISIÓN

 

Soy tu compañero constante; soy tu mejor ayuda a tu carga más pesada. Te impulsaré hacia adelante o te arrastraré hasta la profundidad del fracaso. Estoy absolutamente a tus órdenes. La mitad de las cosas que haces, bien podrías dejarlas en mis manos, y yo estaría en condiciones de hacerlas rápida y correctamente. Soy fácil de administrar; apenas sí necesitas ser firme conmigo. Basta que me muestres cómo deseas que haga algo, y después de unas pocas lecciones lo haré automáticamente. Soy el siervo de todos los grandes hombres, y también de todos los fracasados. Aquellos que son grandes, lo son gracias a mí; y quienes han fracasado, yo los he hecho fracasar. No soy una máquina, pero funciono con la misma precisión. Además,  me desempeño con la inteligencia de un hombre. Puedo ayudarte a ganar una fortuna, o a caer en la ruina; a mí me da lo mismo. Tómame, enséñame, sé firme conmigo, y pondré el mundo a tus pies. Sé débil conmigo, y te destruiré. ¿Quién soy? Soy el hábito.

Si repites una acción diariamente de 21 a 30 días se te formará el  Hábito.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

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