¿VIVES LO QUE DICES, Y DICES LO QUE VIVES?
La gran fuerza de Jesús, EL MAESTRO, fue su coherencia testimonial. Su figura era ya una enseñanza; y su proceder, una pedagogía experiencia transformadora.
Y tú, maestro ¿Vives lo que dices, y dices lo que vives? No hay mejor pedagogía que la que parte de la experiencia de vida. El papel testimonial del profesor es irremplazable. Más aún, diría que los alumnos aprenden más por el testimonio que por la palabra y lo que de la palabra se internaliza, es sólo cuando está avalada por el testimonio.
(TOMADO DEL LIBRO "TOCAR LOS CORAZONES, EDUCAR DESDE EL AMOR", PÁGINA 96,
DEL HERMANO JOSÉ CERVANTES HERNÁNDEZ FSC).
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.