|        Doña Cuquita, es una señora muy particular: Tiene 90 años. Es      autosuficiente, está activa y lúcida.       Comenta que todos los días camina; se alimenta bien, no fuma, ni      come "chatarra"; se duerme antes de las nueve de la noche y se levanta a las      cinco de la mañana.       Un día escuchó a su nieta comentar lo mal que estaban las cosas en      su trabajo, en su matrimonio, en su vida y en el mundo, etc. Se acercó a ella y le dijo: "Mira,      hijita, para que dejes de andar quejándote y para que vivas feliz, te diré…      Mírame a mí, estoy en la flor de la vida y me sigo riendo.       Agradece por todo… No te quejes; dale gracias a Dios que estás viva. Piensa que      otras personitas ya murieron.       Cuando puedas comer... Come. Cuando puedas dormir... Duerme, Cuando puedas disfrutar...      Disfruta,       Cuando puedas trabajar... Trabaja. Juega con tus hijos; ama a tu marido y      ayúdalo; ponte a chiflar o a cantar.       Da gracias a Dios porque tienes salud. No te la pases quejándote: ¡Ay!      si hubiera ¡Ay! Si tuviera. No, hijita; altas y bajas siempre ha      habido y siempre habrá.       Si en la noche no puedes dormir… Si estás vuelta y vuelta en la cama, párate y ponte a hacer      algo: arregla un cajón, plancha tu blusa, ponte a leer. Si te quedas acostada      con los ojos abiertos, vas a pensar puras tonterías.       Los problemas grandotes, ésos que son del mundo…Y que se oyen en la televisión: Que si se está calentando el      planeta, que si  tal país se está hundiendo;      que si los narcos... Esos problemas, hijita, no los vas a arreglar      tú.       Lo que puedes hacer es rezar por todas esas personitas necesitadas. Ocúpate de tus problemas y ayuda a      quien puedas. Si te Dan... Toma lo bueno. ¡Ah! Pero eso sí...  No tomes lo que no es tuyo: Ni la      bicicleta, ni el lápiz, ni la bolsa, ni el dinero, ni el marido de otra; lo      ajeno respétalo. Cada quien tiene lo suyo. Lo que hagas…       Hazlo con ganas, con muchas ganas y mucho gusto, y hazlo bien, o no      lo hagas. Y déjate de tonterías; olvídate de las envidias; tú, a lo tuyo. Aléjate      de las malas influencias; cuídate de los soberbios y presumidos; no los      imites. Ayuda, y escucha a tus amigos. No hables mal de nadie; No seas      arrogante ni prepotente. Cuando ganes, mira al Cielo. Cuando pierdas, sé      humilde, y aprende. Nunca te preocupes por lo que no tienes, ni  por lo que no puedes comprar… Cuántas      personitas que tienen todo el dinero del mundo están en la cárcel, enfermas      de la cabeza, o guardadas en un hospital; asustadas e inseguras; no son      felices. No saben comunicarse, no tienen una familia como la tuya.       Tú tienes muchas cualidades. Valora lo que Dios te ha dado. No temas      a la muerte. Vive en paz contigo mismo, con Dios y con los demás. Piensa en      la vida eterna y que lo único que te llevarás de este mundo serán tus      buenas obras y el amor que sembraste en las personitas.       Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y      Jaime.        |