El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor. Juan 6, 56.
DIOS Y MI ESFUERZO
Si dejas todo en las manos de Dios, verás la mano de Dios en todo. Ocúpate de las cosas de Dios, y Dios se ocupará de tus cosas. Confía en Dios como si todo dependiera de Él; esfuérzate como si todo dependiera de ti. Haz lo que puedas, pide a Dios lo que no puedas, y Dios hará que puedas. Si tú haces lo posible, Dios hará lo imposible.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.