El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor". Juan 6, 56.
LA LUNA
Nuestra Luna tiene el tamaño y la distancia de la Tierra perfectos, ¿coincidencia, casualidad?, para su atracción gravitacional. La Luna crea las mareas y los movimientos de los océanos de tal manera que sus aguas no se estanquen, y al mismo tiempo evita que estas mismas inunden los continentes.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.