"Velad y orad para que no caigáis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil". Mateo 26, 41.
EN UNA SALA DE ESPERA
Sé auténtico; no finjas, no te quejes, no mientas y no presumas. Ofrece tu trabajo a Dios. Consérvate en paz. Sé positivo. Habla menos de ti. No interrumpas. Reza y ayuda. Llénate de Dios. Condúcete con sencillez. Huye de la envidia, de la avaricia y la corrupción. Sé prudente, comprensivo, entusiasta, trabajador y tolerante. Haz ejercicio. Cuida tu alma.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.