Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el Cielo. Lucas 10, 20.
PARA ALCANZAR AL ÁGUILA CON LA FLECHA, SE DISPARA COMO SI DEBIERA LLEGAR A LA LUNA
(Del pergamino ocho de "El Vendedor más Grande del Mundo", de Og Mandino)
Hoy multiplicaré mi valor en un ciento por ciento, sin asombrarme de la magnitud de las metas, aunque tropiece antes de alcanzarlas, si esto sucede, volveré a levantarme una y otra vez; si unos quieren hacer con su barro una cueva, yo, para mí, quiero hacer un castillo. Nunca apuntaré demasiado bajo, ni me sentiré satisfecho con lo que haya logrado; tampoco proclamaré mis éxitos.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.