EN LA CLASE DE FORMACIÓN DE V ALORES
La catequista decía a los niños: Consideremos, pues, que al hablar mal de otra persona, o pensar de ella algo indebido, o despreciarla, o sentir coraje, odio, indiferencia, discriminación; o lastimarla de palabra o acción, el daño lo estaríamos haciendo también al Padre Celestial de esa persona ofendida por nosotros.
"En verdad les digo que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron". Mateo 25, 40.
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miércoles, 11 de septiembre de 2019
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