LOS HIJOS OBSERVAN
Cuando pensabas que no te veía, observé tu mirada limpia, amable y transparente. Cuando pensabas que no te veía, te escuché hablarle a Dios.
Cuando pensabas que no te veía, observé tu conducta honrada, sincera y honesta. Cuando pensabas que no te veía, observé tu rectitud, tu bondad y tu espíritu de servicio. Cuando pensabas que no te veía, miré lo que hacías, y aprendí más de tu ejemplo que de tus palabras.
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miércoles, 29 de abril de 2020
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