PENSAMIENTOS DEL LIBRO EL VENDEDOR MÁS GRANDE DEL MUNDO, DE OG MANDINO
Hoy nazco de nuevo, y mi lugar de nacimiento es una viña donde hay frutos para todos. No me dejaré contagiar por los que lloran y se quejan. Si unos quieren hacer con su vida una cueva, yo, para mí haré un castillo. Debo aprender a ser paciente, la naturaleza nunca se precipita. Mi esfuerzo diario será como el golpe tenaz sobre el duro roble. Daré siempre un paso más, y si no es suficiente, daré otro. Seré como las gotas de lluvia que acaban por demoler una montaña. Trabajaré mientras el fracasado descansa. Todos mis sueños, planes y metas, carecen de valor si no son seguidos de la acción.
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martes, 28 de abril de 2020
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