jueves, 24 de enero de 2013

LUZ.

LUZ

 

Cien mil personas se han reunido en un estadio de los Ángeles, California.

 

Un sacerdote les está hablando.

 

De pronto interrumpe su plática para informar que no se alarmen, pues serán apagados todos los focos del estadio.

 

Todo queda en profunda oscuridad; el padre les dice:

 

"Encenderé un cerillo; los que vean su luz digan SÍ".

 

 En cuanto brilla aquel punto de luz, la muchedumbre grita: SÍ.

 

El padre explica:

 

"De manera semejante cualquier acto bondadoso de uno de ustedes brillará en las tinieblas de un corazón humano.

 

Por pequeño que sea el acto de bondad, no podrá pasar desapercibido.

 

Luego el padre agrega:

 

"Ustedes pueden hacer mucho más.

 

Todos los presentes que tengan un cerillo enciéndalo, por favor".

 

De pronto la oscuridad se convierte en un centelleante mar de pequeñas llamas.

 

"¿Están viendo ustedes?", Todos juntos lograremos ahuyentar las tinieblas".

 

Reflexión:

 

Afortunadamente hay muchas personas y grupos que no están dispuestos a dejarse vencer por la fuerza del mal.

 

Hay mucha gente que cree en la capacidad renovadora del amor; gente que perdona, sirve, ayuda y comprende; dejan a su paso alegría, bondad y felicidad.

 

Máxima:

 

"Ustedes son la luz del mundo". San Mateo V, 14. "La luz brilla en las tinieblas". San Juan 1, 5.

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

 

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