viernes, 17 de octubre de 2014

LA SALUD.

LA SALUD

(Luis Jorge González, sacerdote Carmelita Descalzo)

Tal vez  perdemos la salud porque no seguimos los caminos del Señor en cuanto a alimentación, ejercicio, respiraciones, postura corporal, etc. Sobre todo porque no seguimos los impulsos de su espíritu que produce en nosotros sus frutos de amor, de alegría, de paz, de bondad.

Visualízate, mírate allá frente a ti lleno de salud, con una figura de perfección, atlético, saludable, perfecto.

Dios mío, entiendo que tú me quieres  en perfectas condiciones de salud.

Dios hace su parte en nosotros respecto a nuestra salud, pero nosotros debemos hacer la nuestra.

Dios quiere que tengamos FE.

La actitud de fe impacta directamente los circuitos neuronales, produce cambios en el sistema nervioso; genera un movimiento interior en tu organismo que puede reavivar los recursos naturales para la curación que ya existe dentro de ti.

Placebos, curan sin ser medicamentos, pero el enfermo cree que sí lo son; aquí actúa la fe.

La fe tiene un impacto muy poderoso y muy profundo en nuestras reacciones corporales o concretamente en el proceso de sanación.

Mi organismo tiene recursos auto-curativos, pero necesito tener fe.

La esperanza convierte tu futuro en un campo fértil y hermoso.

La esperanza implica visualizarte allá en el  futuro ya con salud.

La esperanza propicia una película de ti, del futuro visualizándote; anticipa aquello que tú deseas.

Con la esperanza te ves en el futuro con plena salud.

Con la fe sabes que tendrás salud, y con la esperanza visualizas; te ves ya en el futuro, saludable.

Esperanza no es pasividad; es acción, te lanza hacia todo aquello que te llevará a lo que esperas; si es salud, te conduce al ejercicio, a los médicos, etc.

La esperanza te lleva a la acción; ejemplo: Yo espero ser un tallador en mi abdomen; la acción es el ejercicio, hacer abdominales.

El amor es una medicina milagrosa.

Fe, esperanza y amor llevan a potenciar todo aquello que llevamos en el organismo para llegar a la salud.

Nuestro organismo busca la salud.

El amor es un poderoso aliado para alcanzar la salud.

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

 

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