lunes, 30 de julio de 2012

CONSENTIRLES TODO A LOS NIÑOS.

 

 ¿Quién se engaña pensando que le está haciendo un bien a su hijo dándole aquello que no ha merecido?

 

El hijo nunca aprenderá a valerse por sí mismo, ya que todo se lo resuelve su padre.

 

Los frutos de tu trabajo son tuyos y tú no puedes vivir la vida de tu hijo.

 

Una cosa es darles instrumentos de trabajo y otra cosa es querer darles los frutos de un trabajo que ellos no han realizado.

 

Cada uno debe aprender que nadie puede vivir la vida por nosotros y que vivir la vida es luchar.

 

Vivir es arriesgar y es también sufrir derrotas.

 

Vivir es afrontar la enfermedad y el dolor.

 

Nadie puede vivir ni por ti ni por mí, como ni tú ni yo podemos vivir por nadie.

 

Vivir es aprender a disfrutar de la rosa; vivir es no tenerle miedo a esa espina que frecuentemente punza nuestra mano.

(De reflexión dominical, del padre Rogelio Narváez Martínez).

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

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