Una dieta natural, el ejercicio físico, la respiración profunda y la risa, favorecen el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Un gramo de prevención vale mucho más que una tonelada de curación.
Velad y orad, para que no caigáis en tentación. El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26, 41.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.