Ramiro quiere un paquete
¡Eres un irresponsable, 14 años encima y eres un niño!
Se te olvidó, papá, enseñarme a llevar paquetes.
¿Cuándo se contó conmigo en casa para algo?
¿Cuándo tuve que recoger a mis hermanos del colegio?
Ayer mandaste al chofer a pagar mi colegiatura.
Y el mes pasado fuiste tú mismo.
Se te olvidó, papá, dejarme pagar mi colegiatura.
¿Cuándo tuve yo qué lavar el coche los domingos?
¿Y arreglar el jardín?
Y ¿Recoger la mesa y lustrar a diario mis zapatos?
¿Por qué no me mandas a entregar los pedidos de medicina a la farmacia América.
Quiero realizar pequeños trabajos.
Quiero comprar calcetines rojos con el dinero que yo he ganado.
Mamá, quiero ir por la leche y el pan todos los días.
Y si no quiero, ¿por qué no me mandas?
Se te olvidó mandarme, mamá.
Es más fácil que el chofer y las sirvientas hagan bien las cosas, y sin riesgos.
¿Por qué no te arriesgaste a dejarme llevar un paquete?
Se te olvidó, mamá, enseñarme a llevar paquetes.
Se te olvidó enseñarme a ser hombre.
Y a los 14 años se me caen las manos.
A mí también me da vergüenza.
Fíjate que en el colegio nombraron a Roberto "delegado del grupo".
Dicen que tiene responsabilidad.
A Roberto lo nombró el maestro "coordinador de la excursión".
Roberto recibe las cuotas, y nos da los avisos.
Roberto desde chico lava el coche de su casa y, arregla el jardín.
Roberto recoge a sus hermanos, aunque llueva y tenga mucha flojera.
Él también paga el gas y compra sus tenis.
También a Enrique, mi amigo que tú conoces, lo hicieron jefe de tareas.
Enrique también escribe los promedios.
Y… A Ramiro, tu hijo, lo dejaron sin paquetes.
Dicen que no tengo responsabilidad.
Se te olvidó, papá, enseñarme desde chico a cargar paquetes.
A llevarlos, aunque llueva y tenga flojera.
Se te olvidó mandarme a fuerza, si no quiero.
Se te olvidó contar conmigo.
No quisiste arriesgar poco a poco; ni fuiste confiando en mí.
No me dejaste paquetes a la medida de mis manos de 9, 11 y 12 años; a la fuerza de mis brazos de esa edad.
Mi voluntad creciente que se quedó raquítica.
Por favor, papá, enseña a Jorge, mi hermano de 8 años a llevar paquetes número 8.
Enseña a Leticia, de 9 años, con sus paquetes de 9.
No tendrás que decirles:
¡Eres un irresponsable!
Y ellos sabrán llevar paquetes del número 25 y 40.
Dicen que son paquetes la vida, la familia, y el trabajo.
No se te olvide, papá, de enseñar a ser hombre a Jorge; y mujer a Leticia.
Que María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.