domingo, 21 de abril de 2013

LA CONCIENCIA.

LA CONCIENCIA

 

Un hombre muy pobre, se presentó a la misión, para pedir de limosna un poco de harina.

 

El misionero gustosamente se la dio en una olla.

 

El hombre, vuelto a la choza, encontró en la harina una moneda de plata.

 

Al día siguiente llegó de nuevo a la misión y le dijo al misionero:

 

Padre: Dentro de mí hay un hombre bueno y un hombre malo.

 

Anoche no pude dormir.

 

El hombre bueno me decía: "La moneda de plata no es tuya, devuélvela  a su dueño".

 

El hombre malo me decía: "El dueño te ha dado todo, la harina, la olla y también la moneda de plata; quédate con la moneda".

 

Padre, yo quiero vivir en paz y dormir de noche.

 

Aquí tienes la moneda de plata.

 

Que Dios y María Santísima te bendigan.   Mary y Jaime.

 

 

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