"Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos". Juan 15, 13.
LA PUNTUALIDAD DISTINGUE; LA IMPUNTUALIDAD, TAMBIÉN
Si llegas tarde al aeropuerto, pierdes el avión; si llegas tarde a la terminal de camiones, pierdes tu autobús; si llegas tarde al médico, pierdes la cita; si llegas tarde al cine, pierdes parte de la función; si llegas tarde a misa dominical, no cumples con el precepto. ¿Qué nos hace pensar que si llegamos tarde a una reunión con amigos, conocidos, compañeros, incluso con familiares, o si llegamos tarde a una junta no perdemos nada? Respetar el horario forma parte de la educación; y la educación empieza en casa.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.