"Desde el principio de la creación Dios los hizo hombre y mujer. Y serán los dos una sola carne". Marcos 10, 6. 8.
EN LA OFICINA DE UN CONSEJERO MATRIMONIAL
No hay persona perfecta. El matrimonio se construye día a día.
No se griten. No se exalten. No se falten al respeto.
Sean pacientes, comprensivos y prudentes; tolerantes, respetuosos y fieles; serviciales, sinceros y ordenados; flexibles, trabajadores y ordenados.
Recen, comuníquense, perdónense y ténganse confianza.
Y lo más importante: ámense y defiendan su amor hasta dar la vida.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.