Si no os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Mateo 18, 3
LA PERSONA CONGRUENTE
Es sincera: piensa lo que dice. No tiene doblez. Es íntegra: hace concordar sus actos con sus palabras. Su expresión y mirada y lo que está manifestando no se contradicen. Su cuerpo dice lo que sus palabras expresan. No actúa guardando las apariencias.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.