Jesús vio a Natanael que se le acercaba, y dijo de él: "he aquí un verdadero israelita en el cual no hay engaño". Juan 1, 47.
LA PERSONA EXITOSA
Tiene fe en Dios y en sí misma, traza metas y lucha por conquistarlas, trabaja con alegría, entusiasmo y pasión.
Mantiene limpia su conciencia, domina sus impulsos, alimenta su espíritu con la oración; no se deja aconsejar por el miedo.
La persona exitosa está llena de Dios, vive en paz y perdona a todos; Ama a Dios que no ve y al próximo que sí ve; Se esfuerza por alcanzar el Reino de Dios. Lleva a la práctica sus buenas ideas, es paciente, responsable y tenaz; piensa siempre lo mejor, respeta las opiniones ajenas, cultiva el buen humor.
Cuida su cuerpo, pero más su alma; no se mete en asuntos ajenos, habla lo necesario, practica la justicia y aprende de sus errores.
Ayuda a los demás; es servicial, generosa y compasiva; desea lo mejor a todos, evita las discusiones, se esfuerza en ser mejor cada día.
Es puntual, disciplinada y alegre; jamás se da por vencida, su saludo es afectuoso, predica con el ejemplo.
No lastima a persona alguna, reconoce sus errores.
La persona exitosa está llena de Dios, vive en paz y perdona a todos; Ama a Dios que no ve y al próximo que sí ve; Se esfuerza por alcanzar el Reino de Dios.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.