"¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?" Mateo 16, 26.
MÁS CALIDAD DE VIDA
Practicar la caminata, el trote y la carrera mejora la condición física. Los ejercicios de gimnasia, respiraciones profundas, estiramientos, abdominales, sentadillas y lagartijas o planchas fortalecen los músculos y aumentan la flexibilidad. Cultivar el cuerpo requiere de esfuerzo, sacrificio, entrega, constancia, disciplina, buena voluntad y un deseo ardiente de mejorar; pero sin olvidar la sana alimentación, el descanso adecuado y la práctica de buenos hábitos. Todo ello es el precio que se debe pagar por tener una mejor calidad de vida. El que no tenga tiempo para ejercitarse, lo tendrá para enfermarse. Escucha tu cuerpo.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.
