"Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios". Mateo 5, 8.
MATRIMONIO
No hay persona perfecta. El matrimonio se construye día a día.
No se griten. No se exalten. No se falten al respeto. Se necesitan dos para una pelea. Siempre será Dios lo más importante en sus vidas. Sean pacientes, comprensivos y prudentes; tolerantes, respetuosos y fieles; serviciales, sinceros y ordenados; flexibles, trabajadores y ordenados. Recen, comuníquense, perdónense y ténganse confianza. Amense y defiendan su amor hasta dar la vida.
Que Dios y María Santísima te bendigan. Mary y Jaime.