Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, pues así fue de tu agrado. Mateo 11, 25.
Enviado desde mi iPhone
sábado, 4 de mayo de 2019
Entradas populares
-
"DE QUÉ LE SIRVE AL HOMBRE GANAR EL MUNDO ENTERO SI SE PIERDE A SÍ MISMO" El siguiente texto se encuentra en la recepción de ...
-
LAS PALABRAS MUEVEN, PERO EL EJEMPLO ARRASTRA. A las palabras deben seguirle los hechos, a las enseñanzas debe seguir el ejemplo d...
-
PERSISTIRÉ HASTA ALCANZAR EL ÉXITO (Pergamino tres de "El Vendedor más Grande del Mundo", de Og Mandino) Reconoceré que cad...
-
En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: "Si tú quieres, puedes curarme". Jesús s...